Tal como se conservan, los trabajos de Hércules no se narran en ningún lugar único, sino que deben ser recompuestos a partir de muchas fuentes. Ruck y Staples (p. 169-170) aseveran que no hay una forma única de interpretar los trabajos, pero que seis estaban situados en el Peloponeso, culminando con la rededicación de Olimpia y los otros seis, parte de la misma secuencia, llevaron al héroe mucho más lejos. En cada caso, el patrón era el mismo: Heracles era enviado a matar o conquistar, o a buscar para el representante de Hera Euristeo un animal o planta mágicos. «Todos los lugares seleccionados eran previamente baluartes de Hera o de la “Diosa” y Entradas al Otro Mundo» (p. 169).
Un reorientación helenística de los trabajos con los signos del Zodiaco se discute con detalle más adelante.
Los trabajos
En sus trabajos, Heracles era a menudo acompañado por su amigo (un erómeno), según algunos Licimnio y según otros su sobrino Yolao. Aunque se suponía que sólo tenía que realizar diez trabajos, esta ayuda hizo que tuviera que sufrir dos más. Euristeo no tuvo en cuenta el trabajo de la Hidra (donde Yolao le ayudó) ni el de los establos de Augías (porque se le pagó a cambio o, según otras versiones, porque fueron los ríos quienes hicieron el trabajo), por lo que ordenó dos más, haciendo un total de doce.
El orden tradicional de los trabajos es:
1.Matar al león de Nemea y tomar su piel
2.Matar a la hidra de Lerna
3.Capturar a la cierva de Cerinia
4.Capturar al jabalí de Erimanto
5.Limpiar los establos de Augías en un día
6.Matar a los pájaros del Estínfalo
7.Capturar al toro de Creta
8.Robar las yeguas de Diomedes
9.Robar el cinturón de Hipólita
10.Robar el ganado de Gerión
11.Robar las manzanas del jardín de las Hespérides
12.Capturar en los infiernos a Cerbero
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