lunes, 9 de agosto de 2010

Los doce trabajos de Heracles

Los doce trabajos (en griego Δωδέκαθλος, AFI:ðɔðɛkaθlοs) de Heracles (en la mitología romana Hércules) son una serie de arcaicos episodios relacionados por una narración continua posterior, sobre la penitencia llevada a cabo por Heracles, el mayor de los héroes griegos. Los enfrentamientos individuales de éste con varios animales le sitúan antes de la literatura griega y los temas orientales: «Es una cuestión abierta si los antiguos griegos tuvieron alguna oportunidad de ver un león vivo, pero la migración de la imagen del león y de las escenas de lucha con éste está bien documentada arqueológicamente» (Burkert 1985, p. 209), aduciendo también la serpiente con siete cabezas de Ugarit y el Antiguo Testamento. El establecimiento de un ciclo fijo de doce trabajos era atribuido por los griegos a un poema épico (hoy perdido) escrito por un tal Peisandros de Rodas, quizás sobre el 600 a. C. (Burkert).




Tal como se conservan, los trabajos de Hércules no se narran en ningún lugar único, sino que deben ser recompuestos a partir de muchas fuentes. Ruck y Staples (p. 169-170) aseveran que no hay una forma única de interpretar los trabajos, pero que seis estaban situados en el Peloponeso, culminando con la rededicación de Olimpia y los otros seis, parte de la misma secuencia, llevaron al héroe mucho más lejos. En cada caso, el patrón era el mismo: Heracles era enviado a matar o conquistar, o a buscar para el representante de Hera Euristeo un animal o planta mágicos. «Todos los lugares seleccionados eran previamente baluartes de Hera o de la “Diosa” y Entradas al Otro Mundo» (p. 169).



Un reorientación helenística de los trabajos con los signos del Zodiaco se discute con detalle más adelante.


Los trabajos


En sus trabajos, Heracles era a menudo acompañado por su amigo (un erómeno), según algunos Licimnio y según otros su sobrino Yolao. Aunque se suponía que sólo tenía que realizar diez trabajos, esta ayuda hizo que tuviera que sufrir dos más. Euristeo no tuvo en cuenta el trabajo de la Hidra (donde Yolao le ayudó) ni el de los establos de Augías (porque se le pagó a cambio o, según otras versiones, porque fueron los ríos quienes hicieron el trabajo), por lo que ordenó dos más, haciendo un total de doce.



El orden tradicional de los trabajos es:



1.Matar al león de Nemea y tomar su piel

2.Matar a la hidra de Lerna

3.Capturar a la cierva de Cerinia

4.Capturar al jabalí de Erimanto

5.Limpiar los establos de Augías en un día

6.Matar a los pájaros del Estínfalo

7.Capturar al toro de Creta

8.Robar las yeguas de Diomedes

9.Robar el cinturón de Hipólita

10.Robar el ganado de Gerión

11.Robar las manzanas del jardín de las Hespérides

12.Capturar en los infiernos a Cerbero

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